Once de Abril es una marca de joyería personalizada que nació de la pasión compartida entre madre e hija. La historia de la marca se remonta a la infancia de la cofundadora mi mamá Filena, quien creció en el mundo de la joyería y la orfebrería junto a su papá. Aunque el negocio familiar cerró, su amor por la creación artesanal nunca desapareció. Esa pasión definitivamente fue heredada a mi persona Camila, donde también me enamoré  del arte de crear joyas.

Crear joyas que no solo embellezcan, sino que también transmitan emociones y recuerdos. Queremos hacer felices a nuestros clientes, dejando una huella imborrable en sus vidas a través de piezas personalizadas que cuentan sus historias.  

Aspiramos a ser una marca reconocida, alcanzando a personas de muchas partes del país y hasta del mundo con nuestras joyas únicas y alta calidad. Queremos expandirnos, innovar y seguir creando piezas que reflejen los momentos más significativos de la vida de nuestros clientes.